El San Prudencio puso el broche al 2024 con una victoria en casa frente al San Ignacio (1-0). Aunque el equipo colegial se impuso por la mínima, los de Torio realizaron méritos suficientes como para haber llegado al final con una renta más amplia. A pesar de ello, supo sufrir en los momentos clave para certificar su cuarto triunfo consecutivo.
El encuentro arrancó con un SanPru paciente y dominante con balón, generando la primera ocasión clara tras una buena combinación que el portero rival logró detener. La insistencia tuvo premio en el minuto 11, cuando Urko, con gran picardía, abrió el marcador tras una falta lateral que definió con mucha calidad. Sin embargo, aunque el equipo mostró solidez, faltó ritmo en algunos tramos y las decisiones en la zona de finalización no siempre fueron acertadas.
Tras el descanso, el conjunto colegial ajustó varios aspectos tácticos. La primera ocasión clara llegó poco después de la reanudación, pero nuevamente falló la definición. El SanPru siguió enchufado, presionando alto y recuperando rápido tras pérdida. Sin embargo, a partir del minuto 25 de la segunda mitad, los cambios realizados no surtieron el efecto esperado y el partido se igualó.
El San Ignacio, al asumir más riesgos y apostar por un juego más vertical al espacio, complicó el tramo final a los colegiales. El equipo visitante aprovechó ciertos despistes en defensa, especialmente a balón parado, pero Asier estuvo atento para detener un remate claro y los rivales fallaron una ocasión tras un córner. A pesar de los apuros, el SanPru demostró carácter para aguantar la presión y asegurar los tres puntos.
“En líneas generales fuimos superiores. Cuando mejor estábamos, no supimos sentenciar; pero cuando peor estábamos, supimos sufrir”, declaró el técnico Jonatan Torio al término del encuentro.
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