Annika y Victoria, dos valientes estudiantes que se animaron a vivir la experiencia de estudiar en un país extranjero durante tres semanas a la temprana edad de 15 y 16 años, respectivamente. Todo esto ha sido viable gracias a dos familias de nuestro centro que se mostraron dispuestas a acogerlas aquí como si fueran un miembro más de la familia. A continuación os mostramos sus impresiones procedentes de una entrevista realizada en castellano con ellas.

LA ENTREVISTA.

Kaixo, Annika y Victoria. ¿De qué ciudad de Alemania venís?

Somos de Friburgo, la capital de la Selva Negra, situada en el sur de Alemania. Friburgo pertenece al Bundesland de Baden-Württemberg y se trata de una ciudad muy parecida a Vitoria en términos de dimensión, ambiente y trato a la naturaleza. Estudiamos en el instituto  Walter-Eucken-Gymnasium.

Durante este tiempo vivís junto con una familia cuyos hijos acuden también a nuestro colegio, más concretamente dos chicas que estudian en 4º de la ESO. ¿Qué tal la convivencia con la familia?

Nuestras familias nos han acogido estupendamente. Durante la primera semana y media estuvimos de vacaciones cada una con nuestra familia correspondiente, ya que era Semana Santa. Se encargaron de organizar muchas actividades para que pudiéramos conocer la zona y para que poco a poco mejoráramos nuestro castellano; fuimos a la playa, al monte, jugamos al ping-pong, a las cartas y muchísimas otras actividades más. Además, el tiempo ha ido cada vez a mejor y es una gozada disfrutar del sol aquí, aunque en nuestra zona de Alemania también hace bastante sol y el clima no es muy diferente. Tenemos ahora muchas ganas de que nuestras compañeras de intercambio vengan a Alemania en verano para poderles mostrar nuestra rutina, modo de vida, etc.

¿Os habéis sentido acogidas en nuestro centro? ¿Qué os parece la organización del colegio y sus clases?

Estamos encantadas. Todo el mundo ha sido encantador con nosotras, siempre con una sonrisa. Hemos podido conocer y hablar con muchas persona. El horario nos parece un poco diferente, ya que allí cada asignatura tiene dura dos horas en lugar de una, es decir, los módulos son dobles. Además, allí las mesas son dobles y aquí son individuales aunque hemos visto que a veces se juntan en parejas para ciertas actividades de aprendizaje cooperativo. El equipamiento informático es muy bueno aquí, pues en nuestro centro contamos con salas de ordenadores pero no disponemos de un portátil para cada uno.

¿Qué habéis estudiado en el colegio durante estas semanas?

Teníamos un horario de clases muy completo que nos ha permitido estudiar muchas asignaturas como son lengua, matemáticas, física y química, economía, educación física, etc. También hemos asistido a clases de alemán con los estudiantes de 4º de la ESO y les hemos ayudado a que aprendan un poco más sobre nuestro idioma. El último día les hemos preparado un postre típico nuestro, llamado Kaiserschmarrn, para que prueben algo diferente.

¿Qué tal ha ido la adaptación a los horarios y las comidas? ¿Cuáles son vuestros platos favoritos aquí?

Los horarios son muy diferentes, ya que en Alemania nos levantamos antes y desayunamos más fuerte. A mediodía tenemos una breve pausa para comer algo ligero, mientras que aquí se come más tarde y más cantidad. En Alemania cenamos hacia las seis o siete de la tarde, mientras que aquí se retrasa hasta las nueve o diez. No obstante, nos hemos adaptado bastante bien y, además, la gastronomía es muy buena; hemos descubierto platos exquisitos, como son la tortilla de patata.

¿Qué aspectos culturales os han llamado más la atención?

Se nota que la gente de Euskadi presenta una idiosincrasia propia. Son muy hospitalarios, les gusta salir con los amigos (o cuadrilla como lo llaman aquí) y están muy orgullosos de su tierra. Hemos hecho un taller sobre Euskal Dantzak y lo disfrutamos un montón. Además, hemos podido también estar en contacto con su lengua y ya podemos decir algunas palabras como Kaixo, Agur o Ni Annika naiz.