Como broche final del proyecto de Educación Infantil Pisando uvas hemos querido regalar a los peques una nueva experiencia de aprendizaje colaborativo. Los alumnos y alumnas del centro son grandes expertos en aprendizaje cooperativo y ahora queremos que lo lleguen a ser en colaborativo.
Entre otros beneficios destacamos el hecho de que mejoran las habilidades sociales y las relaciones interpersonales, en tanto que los peques se comunican con compañeros/as muy diversos. Asimismo, porque mejora la atención a la diversidad. Los alumnos/as se convierten en profesores de sus compañeros/as al compartir sus conocimientos. También, porque genera interdependencia positiva. Todos dependen de todos y tienen un objetivo común que les lleva a apoyarse los unos en los otros, y, por último, porque promueve valores como la responsabilidad, la comunicación y el trabajo en equipo.
Concretamente, para esta actividad preparamos dos zonas, por un lado, el hall de 3 años, donde participaron los peques de 3 y 5 años, y, por otro lado, la sala de psicomotricidad, donde jugaron y experimentaron los de 2 y 4 años.
Los niños y niñas de 4 y 5 años acudieron a buscar a los peques de 2 y 3 años a sus clases. Allí mismo configuraron las parejas y se distribuyeron en las dos zonas habilitadas. Al llegar se encontraron con 5 txokos en los que había preparadas diferentes experiencias sensoriales.
En el txoko del gusto se encontraron fruta y zumos. Los más pequeños de la pareja colaborativa se sentaron y los mayores se quedaron de pie detrás de ellos. En el txoko del olfato, colocamos varios botes con plantas aromáticas. En el del tacto, cajas con elementos entre los que tenían que buscar el objeto intruso, y en el del oído, unas maracas hechas con frutos del otoño.
¡No os lo perdáis!
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