Suena el ttun-ttun y también la trompeta... En estas circustancias se podía pensar que cancelaríamos la celebración de San Prudencio. Pero no, profesores y profesoras, familias y niños y niñas se vistieron de gala con gorro de cocinero y pañuelo al cuello listos para hacer sonar sus tambores, trompetas, acordeones, fagots, clarinetes, ukeleles guitarras eléctricas, flautas, saxofones. Un día atipico necesitaba una celebración atípica pero cargada con el mismo sentimiento y las mismas ganas.
¡¡Hasta el año que viene!! Que esta vez sí, celebraremos en las campas de Armentia.