El partido comenzaba con una muy baja anotación por parte de ambos equipos debido a la gran falta de acierto ofensivo. A partir del segundo cuarto San Prudencio empezó a encontrarse más cómodo y corriendo más la pista.
A la vuelta de vestuarios, los locales comenzaron con 3 triples y 2 robos consecutivos claves para el despegue (28-13 en este cuarto). La intensidad final del Tabirako y las pérdidas locales igualaron el marcador hasta el 73-61 definitivo.
Pese a que queda mucho trabajo por hacer, los de David Peña se encuentran en un buen estado de forma y lo reflejan con su intensidad en la cancha.