El San Prudencio cayó derrotado ante el Ariznabarra (0-1) en un encuentro marcado por un gol tempranero del rival, pero en el que el equipo dio la cara y dejó brotes verdes muy positivos. Fue un inicio en el que ambos conjuntos trataron de imponer su estilo. Sin embargo, al igual que la semana anterior ante el Iru Bat, los primeros minutos quedaron condicionados por una acción clave con una mano clarísima que el equipo se detuvo a reclamar y que el rival aprovechó para castigar el despiste y adelantarse en el minuto 10.
Pese al mazazo, los de Torio no se vinieron abajo. Subieron una marcha y, a partir del gol, jugaron en campo contrario, con más posesión y llegadas por bandas. En una de ellas, Mau abrió a Arranz, este conectó con Mousta y su pase a Urko se quedó corto por centímetros. También dispusieron de varios saques de esquina, aunque la toma de decisiones no fue la mejor. Defensivamente, las vigilancias del SanPru fueron correctas y el equipo sometió al Ariznabarra durante muchos minutos, sin que ese dominio se tradujera en el empate antes del descanso.
En la segunda mitad, el rival ajustó su estructura defensiva y el juego se convirtió prácticamente en un monólogo en su propio campo. El Ariznabarra apenas pisó el área colegial. Es cierto que al San Prudencio le costó generar ocasiones claras, pero sí logró anular por completo las transiciones del rival. Hubo tres o cuatro acciones tras centros laterales que no llegaron a finalizarse por malas decisiones, y el Ariznabarra se mostró como un muro, despejando todo balón que caía en su área. Con los cambios, Torio trató de aportar frescura para atacar una defensa muy replegada, pero ni siquiera el último arreón, con acciones de Urko e Ibai, permitió alcanzar el empate.
"Hemos hecho el mejor partido de la temporada, sometiendo a un gran rival. A pesar de la derrota, me voy con la sensación de que el SanPru ha vuelto", valoró Jonatan Torio al término del encuentro






















