El San Prudencio pasó página de la eliminación copera tras derrotar al Zuia en el encuentro correspondiente a la 11ª jornada disputado en Sansomendi (1-0). La primera parte, en líneas generales, fue muy positiva para el conjunto colegial. Los de Torio salieron intensos, concentrados y con las ideas claras desde el inicio. A los diez minutos ya había generado tres ocasiones consecutivas para abrir el marcador. Entre ellas un rechace de Oier en el área que se marchó por encima del larguero, una acción atacando el lado débil que no encontró premio en la finalización y un claro mano a mano de Ibai. Durante los primeros 25 minutos, los vitorianos mostraron su mejor versión, aunque el encuentro se igualó antes del descanso a raíz de varios errores propios y de un par de ocasiones del Zuia que sembraron cierta incertidumbre en las filas del San Prudencio.
Tras el paso por vestuarios, el San Prudencio dio un paso al frente y dominó el juego, aunque sin generar tantas oportunidades como en la primera mitad. A los de Torio les faltó precisión en el último pase y lucidez en los metros finales. Los cambios aportaron energía y, en el minuto 82, un balón luchado por Urko y despejado en semifallo por la defensa visitante cayó en los pies de Carpio, que conectó un espectacular disparo desde unos 40 metros para abrir el marcador con un golazo, justo premio al trabajo del equipo.
A partir de ahí, el conjunto local supo manejar el tramo final del partido, aunque el Zuia dispuso de dos ocasiones claras para igualar el marcador. El San Prudencio también contó con un par de acciones para sentenciar, pero faltó acierto en la definición. No sin sufrimiento, los de Torio acabaron sellando una valiosa victoria.
“Estoy contento porque competimos; necesitamos competir para ganar partidos y supimos sufrir”, declaró Jonatan Torio al término del encuentro.





















