Hoy, en nuestros 13,5 kilómetros, nuestro primer destino del día ha sido la colina de Montmartre, coronada por la la Basílica del Sacré-Coeur. Antaño vivieron y trabajaron muchos artista: Renoir, Picasso... Hoy en día, aunque es más una atracción turística sigue conservando gran parte de su carácter de pueblo si se sabe adentrarse por las calles menos concurridas como Lepic, Abbesses, Burq o Thalazé.
Una vez visitado el barrio y su basílica hemos descendido por sus famosas escaleras hasta Pigalle para luego llegar al Moulin Rouge, uno de los puntos turísticos más populares. A continuación nos hemos dirigido a la Ópera Garnier y a las conocidas Galerías Lafayette donde hemos podido reponer fuerzas y realizar las últimas compras.
Después hemos continuado nuestro paseo disfrutando de la Plaza Vendôme y de los Jardines de las Truleries hasta llegar al Museo Dorsay. La antigua estación de tren convertida en museo nos ha dado la oportunidad de conocer obras emblemáticas de pintores tan reconocidos como Cézanne, Gauguin, Monet, Renoir, Degas, Toulouse-Lautrec, Van Gogh...
Esto parecía nuestro final de día pero hemos tenido una pequeña sorpresa en nuestro hotel: ¡una fiesta americana!
Nos despedimos de París para cerrar nuestro viaje mañana en Disney.
Agur beroa!
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