El San Prudencio regaló tres puntos al Abetxuko (4-2) en un partido que, pese a comenzar con malas sensaciones, ofreció un sinfín de ocasiones para haberlo resuelto en la segunda mitad, hasta que volvió a pagar muy cara su endeblez defensiva. De este modo, el conjunto colegial cierra 2025 con una derrota que, por el momento, sepulta sus aspiraciones de acercarse a la zona alta de la clasificación y lo mantiene anclado en la media tabla, a la espera de dar con la tecla que le permita mejorar sus resultados.
El SanPru firmó uno de sus peores inicios de partido en lo que va de temporada. En el minuto 6, un balón largo del rival mal defendido permitió que un jugador del Abetxuko se colara entre tres defensores y forzara un penalti que no falló. El San Prudencio no se sintió cómodo, estuvo falto de contundencia en los duelos y en los despejes y, en el minuto 15, el conjunto local pudo ampliar su renta. Sin embargo, una gran parada de Unai pareció activar a los colegiales, que poco después lograron el empate por mediación de Fer, a la media hora de juego. A partir de ahí, el SanPru mejoró sus prestaciones hasta el descanso, con varias llegadas por banda, aunque volvió a evidenciar, una vez más, su falta de acierto en la definición.
Tras el paso por vestuarios, el equipo salió con una marcha más, simplificando su juego y llegando con mayor frecuencia a zonas de finalización. En el minuto 60, Ibai culminó esa mejoría con el 1-2, dando la sensación de que el partido quedaba, por fin, encarrilado. Apenas un minuto después, Urko tuvo en sus botas el 1-3 y, tras los cambios en la zona ofensiva, el San Prudencio se mostró arrollador, generando ocasiones suficientes como para sentenciar el encuentro.
Pero la incapacidad para materializar ese dominio volvió a penalizar al equipo. En el minuto 71, tras un desajuste defensivo de todo el bloque, el Abetxuko logró el empate. Aun así, el SanPru dispuso de nuevas oportunidades para volver a adelantarse, con un remate de Galle y varias llegadas de Ibai. A partir de ese momento, el equipo se vino abajo. En una acción sin aparente peligro, Arranz resbaló, se torció el tobillo y el rival aprovechó la indecisión defensiva para culminar la remontada con un pase atrás que puso el 3-2. El conjunto colegial se desquició, perdió el control del partido y, en la última jugada, una nueva pérdida en el área permitió al Abetxuko cerrar el marcador con el 4-2 definitivo.
“Estamos donde merecemos por nuestra fragilidad defensiva. Soy el máximo responsable porque no estoy dando con la tecla”, reconoció, autocrítico, Jonatan Torio, técnico del San Prudencio.






















