Tras el fin de semana familiar que cada estudiante pasó con su familia de acogida, el lunes fue el momento de la despedida.
Tras una dinámica de despedida, abrazos y llantos, nuestros amigos de Plochingen salieron rumbo a Bilbo. Allí tomaron el avión de vuelta a Stuttgart y a primera hora de la tarde llegaron a Plochingen sin contratiempos pero llenos de experiencias, nuevos amigos y muchas cosas que comentar con sus compañeros.
Ha sido una experiencia increíble.